Cuando tenemos un cuerpo ácido se produce un gran desequilibrio que trae consigo las enfermedades y las distintas patologías.
Además de la alimentación, el estrés y los pensamientos también acidifican nuestro cuerpo así como un estilo de vida sedentario también contribuye a que se produzca la acidificación.
Los expertos señalan que el pH ideal que deberíamos tener en la sangre es de 7,4.
La mayoría de las enfermedades físicas agudas y crónicas son la consecuencia de un exceso de ácido que reduce en gran medida el pH del cuerpo.
La buena noticia en todo esto es que nosotros podemos cambiar este estado ácido hacia uno alcalino, mediante un cambio en el estilo de vida y en la alimentación.
Nuestro cuerpo no puede soportar el mantener por mucho tiempo un estado ácido.
La acidificación se presenta en nuestro cuerpo en 7 fases:
1. Pérdida de energía
2. Irritabilidad y sensibilidad
3. Congestión nasal
4. Inflamaciones
4. El endurecimiento de tejidos blandos (arterias, fibromialgia, induración, lupus…)
5. Ulceración
6. Enfermedades coronarias, infartos, cáncer, esclerosis múltiple, diabetes…)
7. En los estados iniciales de acides los síntomas que se manifiestan pueden no ser muy intensos y se producen migrañas, alergias, resfriados, gripe, sinusitis o erupciones cutáneas.
Cuando el nivel de acidez en el organismo va aumentando se producen disfunciones en glándulas como las glándulas tiroideas, adrenales, hígado etc…
La cosa empeora cuando el pH en los tejidos va aumentando en acidez porque es cuando los niveles de oxígeno disminuyen y el metabolismo de las células disminuye y terminan muriendo.
Cuando se produce acidez en el cuerpo, la sangre necesita obtener los minerales alcalinos y lo hace de los tejidos.
Los minerales más importantes que neutralizan o bien desintoxican los ácidos del cuerpo son el potasio, magnesio, sodio y el calcio.
Cuando tenemos un cuerpo sano, siempre disponemos de una reserva de estos minerales alcalinizantes para los casos de emergencia.
Pero cuando no tenemos estas reservas o escasean, entonces el cuerpo al buscarlos en la sangre (potasio y sodio), o en los huesos y los cartílagos (calcio) o bien en los músculos (magnesio), esto trae consigo deficiencias y consecuencias muy negativas en nuestra salud.
Cuando el nivel de acidez en el cuerpo es muy elevada y el cuerpo no la puede eliminar, lo que sucede es que la almacena en los tejidos y cuando eso ocurre el sistema linfático se satura y los ácidos se terminan almacenando en los tejidos conectivos.
Llegados a este punto el sistema circulatorio intenta eliminar estos ácidos en forma de gas o bien de líquido por medio de los riñones o los pulmones y si hay demasiados ácidos los deposita en los órganos como el corazón, el hígado, páncreas, el colon o bien en los tejidos grasos, como pechos, muslos, caderas, abdomen o el cerebro.
Esto produce tumores, quistes, pólipos, lunares, protuberancias, verrugas etc…
Del otro lado está el medio opuesto o lo que es lo mismo, el tener un cuerpo alcalino.
Para conseguir un cuerpo alcalino hay que seguir una alimentación alcalina y también conseguir reducir el estrés y la ansiedad todo lo que podamos.
Seguir un alimentación alcalina no es complicado y resulta mucho más sencillo de lo que una pudiera llegar a pensar.
Alimentos altamente alcalinos son los vegetales como le brócoli, el apio, las acelgas, berenjenas, el pepino…así que como vemos todos si queremos podemos consumir alimentos alcalinos.
Pero además de consumir alimentos alcalinos debemos de evitar los ácidos.
Aquí una lista con los alimentos alcalinos, ácidos y neutros
En cuanto al factor mental que también como hemos dicho influyen en el pH de nuestro cuerpo, practicar el ejercicio, la meditación, el yoga ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y a encontrar nuestro equilibrio emocional que es también muy importante.
Fuente: http://salud.facilisimo.com/blogs/enfermedades/la-acidificacion-en-la-sangre-y-como-combatirla_1434369.html