De esta manera nos aseguramos que tomamos una dieta variada, y no hay que preocuparse por contar calorías, en caso de que estés intentando perder peso, o mantenerte en el que ya tienes.
Se llama el "Método del Plato" y fue creado originalmente para ayudar a las personas con diabetes a controlar los alimentos que tomaban. Sin embargo, ha resultado ser una herramienta muy eficaz para mantener una dieta equilibrada.
La idea es que en un plato de tamaño normal, de unos 23 centímetros de diámetro, se incluyan los alimentos a tomar en la comida o cena, dividiéndolo (imaginariamente) en cuatro partes.
Medio plato (dos cuartas partes) será ensalada o verdura cocida.
Una cuarta parte del plato será para las proteínas: huevos, carne o pescado. La carne debería ser lo más magra posible (pollo, pavo, jamón, ternera) y el pescado puede ser blanco o azul, no importa.
Y en la cuarta parte del plato pondremos los hidratos de carbono, como arroz, pasta, patata, legumbres o el pan.
En todas las partes la cantidad está limitada por lo que quepa en el plato (no vale hacer una torre con el pan, poniendo unas rebanadas encima de otras, ¿eh?)
Como postre podemos tomar fruta.
Fuente: http://elcuadernodeflores.blogspot.com