Si una persona tiene un dolor en el hombro y nosotros le masajeamos ahí, este notará un alivio momentáneo y superficial, pero al día siguiente cuando exista la isquemia nocturna y el enfriamiento, el tejido muscular y tendinoso volverá a su posición y el dolor de nuevo sobrevendrá.
Esto es porque en las zonas profundas el tejido fascial sigue retorcido, guarda la memoria de la retracción del impacto tirando hacia zonas más dístales. El sujeto estará otra vez igual y tendrá que ir a otro terapeuta.
Es como las técnicas de cadenas musculares de Messier (1780) y otros autores, que no son más que las cadenas longitudinales de fascias, de tendón, de músculo, de túnicas, que cuando tiras de una punta se produce efecto en la otra punta.
Simplemente le han puesto diferentes nombres a este hecho de cadenas musculares, que no es mas que la maravillosa unidad y entrelazado de todas las fascias que actúan y son una misma pieza.