La medicina vegetal o terapia con hierbas (Plantas medicinales) comprende el uso de la planta o partes de ellas, en su estado natural, para tratar dolencias o afecciones que desequilibran y desarmonizan a una persona, generando alguna enfermedad o patología.
Si una persona presenta una indisposición, lo primero que debe hacer es consultar a un profesional médico para que realice un diagnóstico preciso e indique el tratamiento más adecuado. Un tratamiento posible es la fototerapia.
Los remedios vegetales pueden incluir las hojas, raíces, cortezas, frutos o flores o la planta entera. Algunos de ellos pueden combinar de diferentes especies de plantas.
A pesar de ser productos naturales, las plantas (o sus partes), no son totalmente inocuas ya que pueden contener compuestos nocivos para la salud, por lo cual es Imprescindible ser cautos en su utilización ya que pueden interactuar entre ellas o con otro producto químico de síntesis y generar efectos adversos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de la población mundial depende de las plantas medicinales para su atención primaria de la salud.
La importancia de las plantas medicinales
se hace más patente aún en los países en vías de desarrollo que poseen, a su vez la mayor biodiversidad del mundo. En Pakistán, por ejemplo, se estima que un 80% de las personas dependen de éstas para curarse y en China, un 40%.
En países desarrollados como los Estados Unidos se calcula que un 60% de la población hace uso habitual de plantas medicinales para combatir dolencias. En Japón es mayor la demanda de plantas medicinales que la de medicamentos de síntesis.
La medicina moderna, mediante los análisis clínicos y bioquímicos, apoyados por el avance de la tecnología y la investigación, ha logrado precisar cuáles son los componentes principales de las plantas que actúan sobre la salud, diferenciando aquellas plantas que resultaron ser aptas para ese fin, de aquellas inocuas o las potencialmente tóxicas o peligrosas.
Se estima que más del 60% de los productos del mercado farmacéutico proviene de las plantas medicinales.
Es indudable la capacidad de la industria química moderna de producir estos principios sin la ayuda de las plantas. No obstante, no podemos negar la importancia que éstas tienen y seguirán teniendo en el futuro debido a las siguientes razones:
- Representan un banco potencial de medicinas por descubrir: Muchas son las especies vegetales que aún no han sido investigadas y cuyos principios activos podrían ser decisivos en la curación de enfermedades actuales o venideras.
- Poseen efecto cinegético: Los componentes de las plantas tienen un efecto sinérgico, es decir, interactúan de manera que pueden complementarse, potenciar a otros o neutralizar sus posibles efectos negativos.
- Representan un apoyo para la medicina convencional: El tratamiento de enfermedades muy complejas puede apoyarse, en algunos casos, en las propiedades medicinales de las plantas o sus derivados.
- -Son la base de la medicina preventiva: El carácter preventivo de las plantas con respecto a la aparición de enfermedades es indiscutible. La alimentación saludable basada en bajo consumo de azúcares refinados y grasas de origen animal pero basada en el consumo de vegetales, tienen la capacidad de prevenir la aparición de las llamadas Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) como la diabetes, el cáncer, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y muchas otras que constituyen la epidemia de los tiempos que corren.
Su administración más corriente es bajo la forma de polvos, granulados, tabletas, cápsulas o ingeridos a manera de tés o tisanas; algunos se aplican sobre la piel formando parte de geles, pomadas, ungüentos resinosos o adicionados en solución a baños de inmersión.
Otra forma habitual de prescripción consiste en fórmulas preparadas con los principios activos (ingredientes purificados) de las plantas, estudiados y probados en laboratorios bajo estrictas normas de elaboración, prestando atención a la seguridad y efectividad de sus componentes.
Si bien muchas de las plantas que abastecen esta industria son producto de la recolección silvestre, la mayoría provienen de cultivos, por lo que representan una oportunidad para emprender.
De esta forma, impulsar el aprovechamiento de plantas medicinales y aromáticas cultivadas y autóctonas, con su ulterior transformación en fito medicamentos puede representar una interesante actividad tanto para medianos como pequeños agricultores, ofreciendo una solución alternativa a problemas de tipo económico, social y medioambiental, en el marco de una nueva política de desarrollo rural.