Para ser un practicante de Reiki, no hay que seguir ninguna filosofía ni religión. Hay que empezar por algo tan cercano como es uno mismo.
En un monumento colocado en la tumba del maestro Mikao Usui se puede leer una inscripción con los 5 Principios del Reiki.
Las personas iniciadas en reiki siguen estos principios, no sólo cuando lo están practicando, sino que los incorporan en su vida, cumpliéndolos de una forma natural, actuando con honestidad, y trabajando desde su interior. Por eso, Reiki está al alcance de todos, porque empieza con y por uno mismo.
Los 5 principios del Reiki son:
Sólo por hoy, no te enojes
Este precepto hace referencia al correcto tratamiento de nuestras emociones, y en particular la ira.
No significa que debamos reprimir nuestro enojo cuando se produce, pues esto sería nocivo para nosotros, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Hemos de aprender a canalizarlo correctamente.
Poner nuestra conciencia en el enojo y darnos cuenta de su inutilidad, hará que poco a poco dejemos de reaccionar de esa manera.
La ira puede engendrar enfermedades en nuestro cuerpo físico. Es preferible aprender a transformar esa energía, liberándola con calma y con generosidad hacia quien nos la ha provocado. Sólo por hoy, en vez de encolerizarte, siente agradecimiento.
Sólo por hoy, no te preocupes
La preocupación es el miedo al futuro. Derrochamos nuestras energías imaginando cosas que pueden suceder ( y que la mayoría de las veces no ocurren). Y nos quedamos sin energía para vivir el presente.
Preocuparse es olvidar que cada cosa que ocurre, ocurre por algo, tiene una razón de ser.
Por tanto, de lo que nos habla este principio es de vivir el presente, en el aquí y ahora.
Si esperamos algo, lo haremos sabiendo que lo que te llega es lo mejor de la vida, incluso cuando es algo que nos pueda sorprender.
Sólo por hoy, trabaja duro, y honradamente
Cuando hablamos aquí de trabajo, tenemos que distinguir varias cosas:
El trabajo sobre uno mismo, que consiste en reservar el tiempo suficiente y necesario para las prácticas que cada uno tenga costumbre de realizar periódicamente, para su propio crecimiento y cuidado espiritual.
Cada persona desempeña una serie de obligaciones en su vida diaria. Sea cual sea el trabajo que nos toca cumplir, hay que amarlo. Si no es así, lo mejor es cambiarlo por otro. Pero si no fuera posible, intentaremos ver el lado positivo. No se trata tanto de “qué hacemos”, sino de “cómo lo hacemos”. Y cuando se trabaja con amor, empieza a gustarnos lo que hacemos, y los resultados son sorprendentes.
Y por último, el trabajo concerniente a nuestro propósito en esta vida. Si no lo conocemos, buscaremos en nuestro interior, para hallar la respuesta. Este trabajo consiste en tener la determinación necesaria para hacer todo lo necesario y poder cumplir con la tarea que tenemos asignada en esta vida.
El denominador común que pondremos a todos los trabajos que desarrollemos será siempre la honradez y la ecuanimidad al valorarlo.
Sólo por hoy, honra a tus padres y maestros, y sé bondadoso con todos los seres
Cada persona que se cruza con nosotros (incluidos nuestros padres) es un maestro. Aparece en nuestras vidas para enseñarnos algo, igual que nosotros a ellos. Y quien más nos hace sufrir, en contra de lo que pueda parecer, es nuestro mejor maestro, pues nos hace ver nuestros fallos y errores. Es nuestro trabajo aprender de ellos, y no caer en la tentación de adoptar el papel de víctima y culparles de nuestro sufrimiento.
Podemos hacerlo practicando pequeños gestos de amabilidad, desde el corazón, ofreciéndolos sin esperar nada a cambio, cada una de las experiencias que vivamos nos devolverá con creces ese amor que hemos entregado de antemano y sin condiciones.
También debemos ser respetuosos con los animales, con las plantas, con la Tierra….no maltratarlos, pues cualquier mal que causemos, contra cualquier ser, nos va a ser devuelto con creces.
Sólo por hoy, sé agradecido
Agradecer lo que uno tiene o lo que recibe es un gesto que colabora en el crecimiento del ser humano.
Si miramos la vida con detenimiento, nos daremos cuenta que continuamente estamos recibiendo grandes regalos: aire para respirar, ver un paisaje, recibir un abrazo o una palabra amable, despertarnos a un nuevo un amanecer, escuchar el canto de los pájaros o incluso una tormenta …
Cada día, podemos hacernos el propósito de escribir en un papel 5 cosas por las que estamos “hoy” agradecidos. Tendemos a agradecer las cosas que estimamos como buenas o que nos producen placer, y a desechar las que nos causan dolor o sufrimiento. Como a veces es difícil encontrar 5 cosas “buenas” en un solo día, tendremos que agradecer alguna que no nos lo parece tanto, y, realmente, esas cosas son las que nos van a ayudar más a crecer, pues son oportunidades, cada una trae su lección para aprender en la vida.
Elena Acarreta
Maestra Reiki Usui Shiki Ryoho-Tibetano (Federada Nº 4626)
Poner nuestra conciencia en el enojo y darnos cuenta de su inutilidad, hará que poco a poco dejemos de reaccionar de esa manera.
La ira puede engendrar enfermedades en nuestro cuerpo físico. Es preferible aprender a transformar esa energía, liberándola con calma y con generosidad hacia quien nos la ha provocado. Sólo por hoy, en vez de encolerizarte, siente agradecimiento.
Sólo por hoy, no te preocupes
La preocupación es el miedo al futuro. Derrochamos nuestras energías imaginando cosas que pueden suceder ( y que la mayoría de las veces no ocurren). Y nos quedamos sin energía para vivir el presente.
Preocuparse es olvidar que cada cosa que ocurre, ocurre por algo, tiene una razón de ser.
Por tanto, de lo que nos habla este principio es de vivir el presente, en el aquí y ahora.
Si esperamos algo, lo haremos sabiendo que lo que te llega es lo mejor de la vida, incluso cuando es algo que nos pueda sorprender.
Sólo por hoy, trabaja duro, y honradamente
Cuando hablamos aquí de trabajo, tenemos que distinguir varias cosas:
El trabajo sobre uno mismo, que consiste en reservar el tiempo suficiente y necesario para las prácticas que cada uno tenga costumbre de realizar periódicamente, para su propio crecimiento y cuidado espiritual.
Cada persona desempeña una serie de obligaciones en su vida diaria. Sea cual sea el trabajo que nos toca cumplir, hay que amarlo. Si no es así, lo mejor es cambiarlo por otro. Pero si no fuera posible, intentaremos ver el lado positivo. No se trata tanto de “qué hacemos”, sino de “cómo lo hacemos”. Y cuando se trabaja con amor, empieza a gustarnos lo que hacemos, y los resultados son sorprendentes.
Y por último, el trabajo concerniente a nuestro propósito en esta vida. Si no lo conocemos, buscaremos en nuestro interior, para hallar la respuesta. Este trabajo consiste en tener la determinación necesaria para hacer todo lo necesario y poder cumplir con la tarea que tenemos asignada en esta vida.
El denominador común que pondremos a todos los trabajos que desarrollemos será siempre la honradez y la ecuanimidad al valorarlo.
Sólo por hoy, honra a tus padres y maestros, y sé bondadoso con todos los seres
Cada persona que se cruza con nosotros (incluidos nuestros padres) es un maestro. Aparece en nuestras vidas para enseñarnos algo, igual que nosotros a ellos. Y quien más nos hace sufrir, en contra de lo que pueda parecer, es nuestro mejor maestro, pues nos hace ver nuestros fallos y errores. Es nuestro trabajo aprender de ellos, y no caer en la tentación de adoptar el papel de víctima y culparles de nuestro sufrimiento.
Podemos hacerlo practicando pequeños gestos de amabilidad, desde el corazón, ofreciéndolos sin esperar nada a cambio, cada una de las experiencias que vivamos nos devolverá con creces ese amor que hemos entregado de antemano y sin condiciones.
También debemos ser respetuosos con los animales, con las plantas, con la Tierra….no maltratarlos, pues cualquier mal que causemos, contra cualquier ser, nos va a ser devuelto con creces.
Sólo por hoy, sé agradecido
Agradecer lo que uno tiene o lo que recibe es un gesto que colabora en el crecimiento del ser humano.
Si miramos la vida con detenimiento, nos daremos cuenta que continuamente estamos recibiendo grandes regalos: aire para respirar, ver un paisaje, recibir un abrazo o una palabra amable, despertarnos a un nuevo un amanecer, escuchar el canto de los pájaros o incluso una tormenta …
Cada día, podemos hacernos el propósito de escribir en un papel 5 cosas por las que estamos “hoy” agradecidos. Tendemos a agradecer las cosas que estimamos como buenas o que nos producen placer, y a desechar las que nos causan dolor o sufrimiento. Como a veces es difícil encontrar 5 cosas “buenas” en un solo día, tendremos que agradecer alguna que no nos lo parece tanto, y, realmente, esas cosas son las que nos van a ayudar más a crecer, pues son oportunidades, cada una trae su lección para aprender en la vida.
Elena Acarreta
Maestra Reiki Usui Shiki Ryoho-Tibetano (Federada Nº 4626)
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