Durante otoño e invierno las mascotas, al igual que nosotros, son propensas a resfriarse. Las mañanas frías, luego tardes calurosas y el ambiente húmedo causado por la lluvia afectan directamente la salud de los animales, sumado a los agentes patógenos propios de su especie.
Denisse Paul, médico veterinaria de Royal Canin, señala que “durante el invierno, los perros que están en criadero o en lugares con alto contacto con otros ejemplares, pueden desarrollar la llamada tos de las perreras, que es un cuadro infeccioso que se manifiesta principalmente por tos, aumento de la temperatura corporal, anorexia y apatía hacia los estímulos”.
Esta enfermedad es causada principalmente por la bacteria “bordetella bronchiseptica”, la que ataca a perros jóvenes, ya que los cachorros están protegidos por el calostro – inmunidad materna entregada en los primeros días de lactancia – y los adultos suelen hacerse inmunes tras haber estado en contacto con este agente durante su vida, informó la agencia Contacto21.
Ante esto, Paul indica que en la mayoría de los casos los perros superan por sí mismos este padecimiento, si es que cuentan con buenas defensas gracias a una alimentación adecuada.
En tanto, a los gatos son dos tipos de virus que los amenazan, el Herpesvirus felino Tipo I y el Calicivirus felino, los que causan la llamada gripe felina y que afecta a los animales inmunodeprimidos.
“La gripe felina se transmite por contacto con gatos infectados, y se manifiesta con estornudos continuos, epifora (secreción nasal), es decir, ojos llorosos, y descarga nasal, además de fiebre y decaimiento”, explica la experta.
Por fortuna, esta gripe puede desaparecer dentro de 7 a 10 días si el animal es saludable, sin embargo puede comprometer la vida de los más débiles, como gatos ancianos y gatitos.
Las mascotas más propensas a enfermar son los que viven en departamentos, ya que se producen cambios más drásticos cuando van al exterior.
La recomendación para los amos es evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener una dieta balanceada. Además, hay que tener presente que cada año las mascotas deben ser vacunadas. A los perros les corresponde las vacunas Óctuple o Séxtuple, que los protege de diversas enfermedades, incluyendo patologías respiratorias. Mientras que la vacuna de los gatos es la Triple Felina, que los protege contra herpes y calicivirus.