Uno de los sueños de toda persona interesada en el autocuidado de la salud por medios naturales es contar con un botiquín completo que pueda atajar todo tipo de enfermedades en sus inicios. Las doce sales de Willhelm Heinrich Schüssler pueden satisfacer este deseo.
El Dr. Samuel Hahnemann, padre de la Homeopatía, descubrió experimentalmente junto con otros homeópatas, la utilidad de las sales inorgánicas para la recuperación de la salud. Sin embargo, este conocimiento no lo llegaron a precisar completamente. Posteriormente, el Dr. Wilhelm Heinrich Schüssler (1821-1898), de nacionalidad alemana, formalizó la investigación sobre 12 de estas sales, que hoy llevan su nombre.
Schüssler siempre tuvo un gran interés en la Ley del Mínimo, la cuál establece que la pérdida de la salud es debida a la falta de ciertos minerales en las células. Estas insuficiencias solamente podían ser observadas en las cenizas de los cuerpos, por lo que analizó las cenizas de un gran número de personas que habían sido cremadas y descubrió que en todos los seres humanos siempre hay ausencia o deficiencia de dos sales bioquímicas, por lo menos.
Al investigar, Schüssler integraba expedientes clínicos de cada una de las personas cuyas cenizas analizaba. En ellos anotaba el nombre y fecha de nacimiento, así como las enfermedades que había padecido en el transcurso de su vida. La experimentación demostró que en los pacientes, hay por lo menos la carencia de una sal fundamental o base y de otra secundaria o complementaria, lo que propicia sus enfermedades.
Como resultado de sus investigaciones, llegó a la conclusión de que si los tejidos no reciben de la sangre la cantidad adecuada de cada una de las 12 sales bioquímicas estudiadas, se altera el movimiento molecular de las sales en los tejidos y consecuentemente se desequilibra el funcionamiento de las células y su metabolismo, lo que produce los fenómenos conocidos como enfermedades.
Es importante destacar que este tipo de padecimientos son muy numerosos y frecuentes. Las enfermedades de esta naturaleza desaparecen, hasta que los tejidos reciben nuevamente, las sales que requieren. Schüssler menciona que “...si en el curso de una enfermedad se retrasa la curación espontánea, entonces, se administran las sales minerales adecuadas, en forma molecular (potenciadas o dinamizadas). Estas moléculas pasan a la sangre a través de la mucosa bucal y desencadenan en el foco de la enfermedad un vivo movimiento molecular. De nuevo se pone en marcha el intercambio de substancias entre las células sanas y las enfermas, lo que hace que se produzca la curación.”
El Dr. Schüssler observó que suministrando las sales en forma muy diluida a sus pacientes, éstos se protegían preventivamente o se aliviaban con mucha facilidad de sus alteraciones biológicas o enfermedades, lo cuál es lógico, puesto que cada una de las Sales Bioquímicas produce reacciones que le permiten al cuerpo realizar una serie de funciones vitales, por lo que cuando hay deficiencia de alguna de ellas, se propician los padecimientos.
Basándose en las leyes naturales de la Patología Celular, formalizó una guía terapéutica notable por su sencillez, que consiste en el empleo de las 12 sales inorgánicas que son fundamentales para el funcionamiento adecuado de las células que constituyen el cuerpo humano.
Más de un siglo de experiencia intensiva, demuestra que estos remedios producen los resultados deseados y esperados rápidamente, que son inofensivos y muy frecuentemente originan curaciones que se consideran espontáneas. Estas sales no se clasifican como medicamentos. Son consideradas como alimentos, puesto que son integrantes del cuerpo humano.
PREPARACIÓN DE LAS SALES PARA SU CONSUMO
Las sales se toman diluidas en agua o en glóbulo inerte de uso homeopático.
Si se toman en agua, debe de agregarse 5 gotas de cada sal que se desee consumir, en 1 centímetro de agua, de preferencia tibia.
Si se toman en glóbulo inerte, se llena un frasco de 30 cc. De ellos, y se agregan 60 gotas en total de todas las sales a consumir. Es decir:
Si tomamos 1 sal, pondremos 60 gotas de esa sal.
Si tomamos 2 sales, pondremos 30 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 3 sales, pondremos 20 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 4 sales, pondremos 15 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 5 sales, pondremos 12 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Así en todos los casos.
Si las sales se usan de forma preventiva, es recomendable tomarlas en forma de glóbulos inerte.
Las sales deben de tomarse alejadas de los alimentos, al menos con 5 minutos de separación. Es recomendable tomarlas 5 minutos antes de las comidas. Tampoco deben de tomarse inmediatamente después de haberse lavado los dientes.
FRECUENCIA DE USO
En cualquiera de los dos casos (glóbulo inerte o diluida en agua), normalmente se toman 3 o 4 veces al día. En los casos agudos, o cuando empieza la enfermedad, pueden tomarse mucho más frecuentemente, incluso cada 15 minutos. Deben de tomarse continuamente hasta recuperar la salud.
CONTRAINDICACIONES
Las dosis altas son nocivas debido a que no se eliminan totalmente, sino que se fijan en las células y producen alteraciones importantes. En el organismo, estas sales están presentes en cantidades muy pequeñas, diluidas hasta el nivel de concentración de acción fisiológica, por lo que deberán aportarse en cantidades similares para que ejerzan una función terapéutica a nivel celular.
Las principales sales constituyentes de los diversos tejidos son las siguientes:
Calcium fluoratum, Nº 1: Devuelve la tonicidad a la piel. Refuerza las articulaciones, huesos y esmalte dental.
Calcium phosphoricum, Nº 2: Favorece el crecimiento. Es la sal de los huesos. Revitalizante.
Ferrum phosphoricum, Nº 3: Fortalece el sistema inmunológico. Lucha contra las infecciones.
Kalium chloratum, Nº 4: Regula el metabolismo de las membranas mucosas.
Kalium phosphoricum, Nº 5: La sal de los nervios. Ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico.
Kalium sulfuricum, Nº 6: La sal anti-toxinas. Repara daños en la piel y uñas.
Magnesium phosphoricum, Nº 7: La sal del dolor. Elimina rápidamente calambres y espasmos musculares.
Natrium chloratum, Nº 8: Reguladora del metabolismo hídrico.
Natrium phosphoricum, Nº 9: La sal del metabolismo.
Natrium sulfuricum, Nº 10: La sal de la excreción y la eliminación.
Silicea, Nº 11: La sal de la belleza
Calcium sulfuricum, Nº 12: La sal regenerativa.
CARACTERÍSTICAS DE CADA SAL
CALCIUM FLUORATUM
El Calcium fluoratum o fluoruro de calcio ayuda en la formación de huesos, tendones, ligamentos, dientes y uñas, reforzándolos y haciéndolos más sólidos. Protege los dientes de caries. Esta sal ablanda y endurece; de tal manera que puede ablandar tejidos endurecidos, cómo el de una cicatriz o endurecer el tejido, cómo el de las varices. Regula el grado de elasticidad de un tejido hasta que se alcanza el nivel normal.
Indicaciones terapéuticas: Arrugas, estrías, hemorroides, venas varicosas, varices, dientes con caries, esmalte dental débil, prolapso de un órgano, crecimiento irregular de las uñas, hongos en uñas, formación excesiva de callos, psoriasis, pústulas de acné endurecidas, verrugas duras, cicatrices desfiguradas, piel agrietada, rasguños, hendiduras en la boca, dedos de los pies en forma de martillo, espolones óseos. Ayuda al tratamiento contra el raquitismo y disminución de la masa ósea (osteoporosis).
CALCIUM PHOSPHORICUM
El Calcium phosphoricum o fosfato cálcico tiene una función decisiva en la formación de los huesos (mineralización). Favorece su crecimiento y acelera la curación de fracturas. También contribuye a la formación de los dientes y hace que la membrana celular sea más permeable, lo que facilita el intercambio de nutrientes. También participa en la coagulación de la sangre y puede ayudar a contener la pérdida de sangre excesiva (como en las hemorragias nasales). Este mineral es importante para el movimiento muscular y para la producción de células nuevas. En general, fortalece el cuerpo y los nervios.
Indicaciones terapéuticas: Ayudar a la recuperación después de fracturas óseas, eliminar el dolor del crecimiento, la producción lenta e insuficiente de los huesos en niños y adolescentes, debilitación del organismo, crecimiento alterado de los dientes, dolor de muelas, espasmos en los bebés, espasmos musculares, hormigueo y rigidez de brazos y piernas, nerviosismo, propensión a hemorragias nasales y picores de la piel en la vejez. Ayuda al tratamiento contra la osteoporosis.
FERRUM PHOSPHORICUM
El Ferrum phosphoricum o fosfato de hierro juega un papel fundamental en la fabricación de energía en as células y es fundamental para que las moléculas de oxígeno se unan a los glóbulos rojos. Esta sal influye en la tensión de los vasos sanguíneos, así regula la circulación sanguínea. Además, permite que el cuerpo absorba mejor el hierro procedente de los alimentos y lo transporta hasta la zona que el organismo necesite.
Indicaciones terapéuticas: Alteraciones en el metabolismo del hierro, sistema inmunológico débil, pequeñas lesiones (externas e internas), quemaduras de primer grado, problemas de memoria y concentración, mala circulación (pies y manos frías), dolores musculares, alteraciones en el crecimiento de la piel, cabello y uñas, inflamación nasal, tos, amigdalitis (también con fiebre).
KALIUM CHLORATUM
El Kalium chloratum o cloruro potásico, junto con la sal cloruro sódico, elimina el agua del organismo regulando los líquidos corporales y se encarga del buen funcionamiento de los músculos y nervios. Además influye en el metabolismo del azúcar y las proteínas, el control del latido del corazón y la actividad estomacal e intestinal. Esta sal es muy útil para curar inflamaciones e infecciones de la piel (eczemas, herpes entre otras) y en quemaduras de primer y segundo grado. Además sirve como remedio secundario al Ferrum phosphoricum en el tratamiento de resfriados, heridas e inflamaciones.
Indicaciones terapéuticas: La bronquitis, nariz congestionada, erupciones cutáneas (eczemas), inflamación de la mucosa estomacal e intestinal, conjuntivitis, bursitis, artritis y todas las inflamaciones que son provocadas por la fiebre. Ayuda al tratamiento médico de quemaduras de primer y segundo grado, inflamación de la vaina del tendón, herpes zóster y disipela.
KALIUM PHOSPHORICUM
El Kalium phosphoricum o fosfato de potasio es necesario para que tanto nervios como músculos funcionen correctamente. Evita también la deterioración del tejido celular. Se considera una Sal nutriente para el tejido muscular y nervioso. Actúa regulando el contenido en potasio, estabilizando los nervios, la mente, las emociones y el cuerpo. Esta sal es importante para tratar el agotamiento mental, emocional y físico (estrés) o insomnio causado por nervios. También la falta de energía, el desánimo, calambres, alopecia localizada e hiperactividad en niños.
Indicaciones terapéuticas: El fosfato de potasio ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico, así como la hiperactividad infantil. Se emplea ante la amenaza de aborto, anorexia, estrés, apatía, insomnio causado por nervios, falta de energía, desánimo, jaquecas, alopecia localizada, Igualmente está indicada para calambres, lumbalgias, eretismo cardíaco, ciática, y los zumbidos en los oídos, atrofia muscular progresiva, debilitación de los músculos y del corazón y la parálisis.
KALIUM SULFURICUM
El Kalium sulfuricum o sulfato potásico es muy importante para eliminar las toxinas del organismo, junto con el ferrum phosphoricum ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células. Esta sal se encuentra en piel, huesos, músculos y uñas. Estimula la formación de las células cutáneas del cabello y las uñas, esencial para la curación de heridas y erupciones. La sal contra los resfriados e inflamaciones.
Indicaciones terapéuticas: Todo tipo de alteraciones cutáneas (crecimiento irregular de las uñas de los pies y manos, heridas de lenta curación, erupciones purulentas y escamas que supuran en la piel) o del hígado, para la saturación de toxinas en el hígado y para todo tipo de inflamaciones de la membrana mucosa, para la rinitis crónica, y el dolor reumático no localizado. Ayuda también al tratamiento clínico de las formas graves de las enfermedades mencionadas, además de la psoriasis, depresión y ansiedad.
MAGNESIUM PHOSPHORICUM
El Magnesium phosphoricum o fosfato de magnesio participa en la formación de huesos, músculos y nervios, tienen la capacidad de disminuir los impulsos nerviosos que conducen a los músculos. Esta sal es el remedio bioquímico que alivia los calambres y dolores, puesto que disminuye la actividad en los nervios y músculos, tal y cómo hacen las sales naturales de nuestro organismo. La falta de magnesio agrava los calambres y cólicos. El fósforo es esencial en la producción de energía celular.
Indicaciones terapéuticas: Ataques de tos, calambres en las piernas, estómago, los vasos sanguíneos (como la migraña), la menstruación dolorosa, los dolores de dientes y de estómago de los niños, asma, espasmos musculares, cólicos, insomnio, sobreexcitación, agitación, pánico escénico, ansiedad derivada de los exámenes y agitación nerviosa. Además reduce los dolores reumáticos. Ayuda también al tratamiento clínico de dolores graves, calambres, dolor de riñón y vesícula biliar.
NATRIUM CHLORATUM
El Natrium chloratum o cloruro sódico está elaborado a partir de la sal común y regula los niveles de agua del cuerpo. Esta sal es muy eficaz en los problemas que se manifiestan tanto por exceso de líquidos como los edemas o personas que sudan o lagrimean mucho, como por falta de hidratación como la sequedad en la piel. Esta sal regula los niveles de hidratación del cuerpo.
Indicaciones terapéuticas: La sequedad de la piel y membranas mucosas, diarrea acuosa, estreñimiento, gastritis con vómitos acuosos, secreción nasal abundante, lagrimeo imprevisto de los ojos (con viento), edemas (hinchazón) provocada por causas diversas como picaduras de insectos, dolor de muelas con producción de saliva, erupciones con ampollitas acuosas, depresión con llantos, debilitación general, perdida de fuerza y dolores reumáticos. Ayuda también en el tratamiento clínico de la diarrea o vómitos frecuentes. Es útil también para la eyaculación precoz o tardía, caída del vello genital, impotencia y problemas de erección.
NATRIUM PHOSPHORICUM
El Natrium phosphoricum o fosfato sódico es la sal bioquímica que regula el metabolismo. Tiene un efecto purgante (laxante) y controla el exceso de acidez del cuerpo. Es importante cuando existe tendencia a aumentar de peso. Esta sal ayuda a normalizar el metabolismo y los iones que pueden causar ácido úrico y gota. También regula el equilibrio ácido-base, actuando en excesos de acidez como digestiones pesadas o acidez estomacal, exceso de ácido úrico (reuma, gota) o ácido láctico (esfuerzos musculares).
Indicaciones terapéuticas: Los dolores digestivos en niños pequeños (cólicos, flatulencias) y adultos, después de comidas copiosas, trastornos de digestión cuando se consumen alimentos grasos, vómitos con sabor ácido, reflujo ácido, ardor estomacal y acidez, diarrea maloliente, problemas respiratorios causados por asma, síntomas de gota en las articulaciones de las extremidades (dedos del pie) y acné facial debido al metabolismo.
NATRIUM SULFURICUM
El Natrium sulfuricum o sulfato sódico expulsa líquidos excedentes del cuerpo. Reduce la cantidad de agua que absorbe el intestino grueso, actuando como un purificador o podríamos decir un desintoxicador indirecto. Por ello, esta sal se convierte en el medio excretor más importante de la bioquímica.
Esta sal ayuda en todas las alteraciones de secreción en los órganos digestivos, entre los cuales se encuentran el páncreas, vesícula biliar e intestinos.
Indicaciones terapéuticas: Estreñimiento, diarrea, dificultada para digerir grasas, heces de color claro, flatulencias, cólicos, edema, erupciones en la piel con ampollas, acné, enuresis nocturna, inflamaciones debidas a un resfriado caracterizadas por mucosidades amarillas verdosas, dolores reumáticos que empeoran con frío y humedad, tendencia a la melancolía (depresión). Ayuda también a reforzar el tratamiento clínico de la diabetes y disipelas.
SILICEA
La Silicea o dióxido de silicio es el cosmético bioquímico por excelencia, estabiliza la piel, el cabello, las uñas, pies y manos y tejido conjuntivo. Contribuye en su elasticidad y firmeza. Esta sal favorece el aprovechamiento de calcio en los huesos, por lo que junto con las sales Nº 1, Nº 2 y Nº 7 ayuda a prevenir la osteoporosis.
Indicaciones terapéuticas: La supuración de la piel, furúnculos (visitar a un médico), fístulas, enfermedades reumáticas de las articulaciones, artritis, trastornos de los discos vertebrales, osteoporosis, problemas de crecimiento, tendinitis, endurecimiento de las arterias, sudor excesivo, síntomas de envejecimiento prematuro (arrugas faciales), quemaduras, cabello y uñas frágiles, alopecia, crecimiento irregular de las uñas y acné.
CALCIUM SULFURICUM
El Calcium sulfuricum o sulfato de calcio está presente de forma natural en los cartílagos y forma parte de los aminoácidos. Esta sal estimula a las células encargadas de emitir hormonas y enzimas. Influye sobre la formación de tejido conjuntivo, tiene efecto antiinflamatorio sobre la piel y refuerza el crecimiento de células nuevas.
Indicaciones terapéuticas: La supuración de la piel y membranas mucosas, trastornos de crecimiento, problemas reumáticos crónicos, alteraciones en el funcionamiento hepático, inflamación de los nódulos linfáticos por hinchazón (acudir al médico), dolor, enrojecimiento y bronquitis.
El Dr. Samuel Hahnemann, padre de la Homeopatía, descubrió experimentalmente junto con otros homeópatas, la utilidad de las sales inorgánicas para la recuperación de la salud. Sin embargo, este conocimiento no lo llegaron a precisar completamente. Posteriormente, el Dr. Wilhelm Heinrich Schüssler (1821-1898), de nacionalidad alemana, formalizó la investigación sobre 12 de estas sales, que hoy llevan su nombre.
Schüssler siempre tuvo un gran interés en la Ley del Mínimo, la cuál establece que la pérdida de la salud es debida a la falta de ciertos minerales en las células. Estas insuficiencias solamente podían ser observadas en las cenizas de los cuerpos, por lo que analizó las cenizas de un gran número de personas que habían sido cremadas y descubrió que en todos los seres humanos siempre hay ausencia o deficiencia de dos sales bioquímicas, por lo menos.
Al investigar, Schüssler integraba expedientes clínicos de cada una de las personas cuyas cenizas analizaba. En ellos anotaba el nombre y fecha de nacimiento, así como las enfermedades que había padecido en el transcurso de su vida. La experimentación demostró que en los pacientes, hay por lo menos la carencia de una sal fundamental o base y de otra secundaria o complementaria, lo que propicia sus enfermedades.
Como resultado de sus investigaciones, llegó a la conclusión de que si los tejidos no reciben de la sangre la cantidad adecuada de cada una de las 12 sales bioquímicas estudiadas, se altera el movimiento molecular de las sales en los tejidos y consecuentemente se desequilibra el funcionamiento de las células y su metabolismo, lo que produce los fenómenos conocidos como enfermedades.
Es importante destacar que este tipo de padecimientos son muy numerosos y frecuentes. Las enfermedades de esta naturaleza desaparecen, hasta que los tejidos reciben nuevamente, las sales que requieren. Schüssler menciona que “...si en el curso de una enfermedad se retrasa la curación espontánea, entonces, se administran las sales minerales adecuadas, en forma molecular (potenciadas o dinamizadas). Estas moléculas pasan a la sangre a través de la mucosa bucal y desencadenan en el foco de la enfermedad un vivo movimiento molecular. De nuevo se pone en marcha el intercambio de substancias entre las células sanas y las enfermas, lo que hace que se produzca la curación.”
El Dr. Schüssler observó que suministrando las sales en forma muy diluida a sus pacientes, éstos se protegían preventivamente o se aliviaban con mucha facilidad de sus alteraciones biológicas o enfermedades, lo cuál es lógico, puesto que cada una de las Sales Bioquímicas produce reacciones que le permiten al cuerpo realizar una serie de funciones vitales, por lo que cuando hay deficiencia de alguna de ellas, se propician los padecimientos.
Basándose en las leyes naturales de la Patología Celular, formalizó una guía terapéutica notable por su sencillez, que consiste en el empleo de las 12 sales inorgánicas que son fundamentales para el funcionamiento adecuado de las células que constituyen el cuerpo humano.
Más de un siglo de experiencia intensiva, demuestra que estos remedios producen los resultados deseados y esperados rápidamente, que son inofensivos y muy frecuentemente originan curaciones que se consideran espontáneas. Estas sales no se clasifican como medicamentos. Son consideradas como alimentos, puesto que son integrantes del cuerpo humano.
PREPARACIÓN DE LAS SALES PARA SU CONSUMO
Las sales se toman diluidas en agua o en glóbulo inerte de uso homeopático.
Si se toman en agua, debe de agregarse 5 gotas de cada sal que se desee consumir, en 1 centímetro de agua, de preferencia tibia.
Si se toman en glóbulo inerte, se llena un frasco de 30 cc. De ellos, y se agregan 60 gotas en total de todas las sales a consumir. Es decir:
Si tomamos 1 sal, pondremos 60 gotas de esa sal.
Si tomamos 2 sales, pondremos 30 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 3 sales, pondremos 20 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 4 sales, pondremos 15 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Si tomamos 5 sales, pondremos 12 gotas de cada sal, dando un total de 60 gotas
Así en todos los casos.
Si las sales se usan de forma preventiva, es recomendable tomarlas en forma de glóbulos inerte.
Las sales deben de tomarse alejadas de los alimentos, al menos con 5 minutos de separación. Es recomendable tomarlas 5 minutos antes de las comidas. Tampoco deben de tomarse inmediatamente después de haberse lavado los dientes.
FRECUENCIA DE USO
En cualquiera de los dos casos (glóbulo inerte o diluida en agua), normalmente se toman 3 o 4 veces al día. En los casos agudos, o cuando empieza la enfermedad, pueden tomarse mucho más frecuentemente, incluso cada 15 minutos. Deben de tomarse continuamente hasta recuperar la salud.
CONTRAINDICACIONES
Las dosis altas son nocivas debido a que no se eliminan totalmente, sino que se fijan en las células y producen alteraciones importantes. En el organismo, estas sales están presentes en cantidades muy pequeñas, diluidas hasta el nivel de concentración de acción fisiológica, por lo que deberán aportarse en cantidades similares para que ejerzan una función terapéutica a nivel celular.
Las principales sales constituyentes de los diversos tejidos son las siguientes:
Calcium fluoratum, Nº 1: Devuelve la tonicidad a la piel. Refuerza las articulaciones, huesos y esmalte dental.
Calcium phosphoricum, Nº 2: Favorece el crecimiento. Es la sal de los huesos. Revitalizante.
Ferrum phosphoricum, Nº 3: Fortalece el sistema inmunológico. Lucha contra las infecciones.
Kalium chloratum, Nº 4: Regula el metabolismo de las membranas mucosas.
Kalium phosphoricum, Nº 5: La sal de los nervios. Ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico.
Kalium sulfuricum, Nº 6: La sal anti-toxinas. Repara daños en la piel y uñas.
Magnesium phosphoricum, Nº 7: La sal del dolor. Elimina rápidamente calambres y espasmos musculares.
Natrium chloratum, Nº 8: Reguladora del metabolismo hídrico.
Natrium phosphoricum, Nº 9: La sal del metabolismo.
Natrium sulfuricum, Nº 10: La sal de la excreción y la eliminación.
Silicea, Nº 11: La sal de la belleza
Calcium sulfuricum, Nº 12: La sal regenerativa.
CARACTERÍSTICAS DE CADA SAL
CALCIUM FLUORATUM
El Calcium fluoratum o fluoruro de calcio ayuda en la formación de huesos, tendones, ligamentos, dientes y uñas, reforzándolos y haciéndolos más sólidos. Protege los dientes de caries. Esta sal ablanda y endurece; de tal manera que puede ablandar tejidos endurecidos, cómo el de una cicatriz o endurecer el tejido, cómo el de las varices. Regula el grado de elasticidad de un tejido hasta que se alcanza el nivel normal.
Indicaciones terapéuticas: Arrugas, estrías, hemorroides, venas varicosas, varices, dientes con caries, esmalte dental débil, prolapso de un órgano, crecimiento irregular de las uñas, hongos en uñas, formación excesiva de callos, psoriasis, pústulas de acné endurecidas, verrugas duras, cicatrices desfiguradas, piel agrietada, rasguños, hendiduras en la boca, dedos de los pies en forma de martillo, espolones óseos. Ayuda al tratamiento contra el raquitismo y disminución de la masa ósea (osteoporosis).
CALCIUM PHOSPHORICUM
El Calcium phosphoricum o fosfato cálcico tiene una función decisiva en la formación de los huesos (mineralización). Favorece su crecimiento y acelera la curación de fracturas. También contribuye a la formación de los dientes y hace que la membrana celular sea más permeable, lo que facilita el intercambio de nutrientes. También participa en la coagulación de la sangre y puede ayudar a contener la pérdida de sangre excesiva (como en las hemorragias nasales). Este mineral es importante para el movimiento muscular y para la producción de células nuevas. En general, fortalece el cuerpo y los nervios.
Indicaciones terapéuticas: Ayudar a la recuperación después de fracturas óseas, eliminar el dolor del crecimiento, la producción lenta e insuficiente de los huesos en niños y adolescentes, debilitación del organismo, crecimiento alterado de los dientes, dolor de muelas, espasmos en los bebés, espasmos musculares, hormigueo y rigidez de brazos y piernas, nerviosismo, propensión a hemorragias nasales y picores de la piel en la vejez. Ayuda al tratamiento contra la osteoporosis.
FERRUM PHOSPHORICUM
El Ferrum phosphoricum o fosfato de hierro juega un papel fundamental en la fabricación de energía en as células y es fundamental para que las moléculas de oxígeno se unan a los glóbulos rojos. Esta sal influye en la tensión de los vasos sanguíneos, así regula la circulación sanguínea. Además, permite que el cuerpo absorba mejor el hierro procedente de los alimentos y lo transporta hasta la zona que el organismo necesite.
Indicaciones terapéuticas: Alteraciones en el metabolismo del hierro, sistema inmunológico débil, pequeñas lesiones (externas e internas), quemaduras de primer grado, problemas de memoria y concentración, mala circulación (pies y manos frías), dolores musculares, alteraciones en el crecimiento de la piel, cabello y uñas, inflamación nasal, tos, amigdalitis (también con fiebre).
KALIUM CHLORATUM
El Kalium chloratum o cloruro potásico, junto con la sal cloruro sódico, elimina el agua del organismo regulando los líquidos corporales y se encarga del buen funcionamiento de los músculos y nervios. Además influye en el metabolismo del azúcar y las proteínas, el control del latido del corazón y la actividad estomacal e intestinal. Esta sal es muy útil para curar inflamaciones e infecciones de la piel (eczemas, herpes entre otras) y en quemaduras de primer y segundo grado. Además sirve como remedio secundario al Ferrum phosphoricum en el tratamiento de resfriados, heridas e inflamaciones.
Indicaciones terapéuticas: La bronquitis, nariz congestionada, erupciones cutáneas (eczemas), inflamación de la mucosa estomacal e intestinal, conjuntivitis, bursitis, artritis y todas las inflamaciones que son provocadas por la fiebre. Ayuda al tratamiento médico de quemaduras de primer y segundo grado, inflamación de la vaina del tendón, herpes zóster y disipela.
KALIUM PHOSPHORICUM
El Kalium phosphoricum o fosfato de potasio es necesario para que tanto nervios como músculos funcionen correctamente. Evita también la deterioración del tejido celular. Se considera una Sal nutriente para el tejido muscular y nervioso. Actúa regulando el contenido en potasio, estabilizando los nervios, la mente, las emociones y el cuerpo. Esta sal es importante para tratar el agotamiento mental, emocional y físico (estrés) o insomnio causado por nervios. También la falta de energía, el desánimo, calambres, alopecia localizada e hiperactividad en niños.
Indicaciones terapéuticas: El fosfato de potasio ayuda a tratar el agotamiento mental, emocional y físico, así como la hiperactividad infantil. Se emplea ante la amenaza de aborto, anorexia, estrés, apatía, insomnio causado por nervios, falta de energía, desánimo, jaquecas, alopecia localizada, Igualmente está indicada para calambres, lumbalgias, eretismo cardíaco, ciática, y los zumbidos en los oídos, atrofia muscular progresiva, debilitación de los músculos y del corazón y la parálisis.
KALIUM SULFURICUM
El Kalium sulfuricum o sulfato potásico es muy importante para eliminar las toxinas del organismo, junto con el ferrum phosphoricum ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células. Esta sal se encuentra en piel, huesos, músculos y uñas. Estimula la formación de las células cutáneas del cabello y las uñas, esencial para la curación de heridas y erupciones. La sal contra los resfriados e inflamaciones.
Indicaciones terapéuticas: Todo tipo de alteraciones cutáneas (crecimiento irregular de las uñas de los pies y manos, heridas de lenta curación, erupciones purulentas y escamas que supuran en la piel) o del hígado, para la saturación de toxinas en el hígado y para todo tipo de inflamaciones de la membrana mucosa, para la rinitis crónica, y el dolor reumático no localizado. Ayuda también al tratamiento clínico de las formas graves de las enfermedades mencionadas, además de la psoriasis, depresión y ansiedad.
MAGNESIUM PHOSPHORICUM
El Magnesium phosphoricum o fosfato de magnesio participa en la formación de huesos, músculos y nervios, tienen la capacidad de disminuir los impulsos nerviosos que conducen a los músculos. Esta sal es el remedio bioquímico que alivia los calambres y dolores, puesto que disminuye la actividad en los nervios y músculos, tal y cómo hacen las sales naturales de nuestro organismo. La falta de magnesio agrava los calambres y cólicos. El fósforo es esencial en la producción de energía celular.
Indicaciones terapéuticas: Ataques de tos, calambres en las piernas, estómago, los vasos sanguíneos (como la migraña), la menstruación dolorosa, los dolores de dientes y de estómago de los niños, asma, espasmos musculares, cólicos, insomnio, sobreexcitación, agitación, pánico escénico, ansiedad derivada de los exámenes y agitación nerviosa. Además reduce los dolores reumáticos. Ayuda también al tratamiento clínico de dolores graves, calambres, dolor de riñón y vesícula biliar.
NATRIUM CHLORATUM
El Natrium chloratum o cloruro sódico está elaborado a partir de la sal común y regula los niveles de agua del cuerpo. Esta sal es muy eficaz en los problemas que se manifiestan tanto por exceso de líquidos como los edemas o personas que sudan o lagrimean mucho, como por falta de hidratación como la sequedad en la piel. Esta sal regula los niveles de hidratación del cuerpo.
Indicaciones terapéuticas: La sequedad de la piel y membranas mucosas, diarrea acuosa, estreñimiento, gastritis con vómitos acuosos, secreción nasal abundante, lagrimeo imprevisto de los ojos (con viento), edemas (hinchazón) provocada por causas diversas como picaduras de insectos, dolor de muelas con producción de saliva, erupciones con ampollitas acuosas, depresión con llantos, debilitación general, perdida de fuerza y dolores reumáticos. Ayuda también en el tratamiento clínico de la diarrea o vómitos frecuentes. Es útil también para la eyaculación precoz o tardía, caída del vello genital, impotencia y problemas de erección.
NATRIUM PHOSPHORICUM
El Natrium phosphoricum o fosfato sódico es la sal bioquímica que regula el metabolismo. Tiene un efecto purgante (laxante) y controla el exceso de acidez del cuerpo. Es importante cuando existe tendencia a aumentar de peso. Esta sal ayuda a normalizar el metabolismo y los iones que pueden causar ácido úrico y gota. También regula el equilibrio ácido-base, actuando en excesos de acidez como digestiones pesadas o acidez estomacal, exceso de ácido úrico (reuma, gota) o ácido láctico (esfuerzos musculares).
Indicaciones terapéuticas: Los dolores digestivos en niños pequeños (cólicos, flatulencias) y adultos, después de comidas copiosas, trastornos de digestión cuando se consumen alimentos grasos, vómitos con sabor ácido, reflujo ácido, ardor estomacal y acidez, diarrea maloliente, problemas respiratorios causados por asma, síntomas de gota en las articulaciones de las extremidades (dedos del pie) y acné facial debido al metabolismo.
NATRIUM SULFURICUM
El Natrium sulfuricum o sulfato sódico expulsa líquidos excedentes del cuerpo. Reduce la cantidad de agua que absorbe el intestino grueso, actuando como un purificador o podríamos decir un desintoxicador indirecto. Por ello, esta sal se convierte en el medio excretor más importante de la bioquímica.
Esta sal ayuda en todas las alteraciones de secreción en los órganos digestivos, entre los cuales se encuentran el páncreas, vesícula biliar e intestinos.
Indicaciones terapéuticas: Estreñimiento, diarrea, dificultada para digerir grasas, heces de color claro, flatulencias, cólicos, edema, erupciones en la piel con ampollas, acné, enuresis nocturna, inflamaciones debidas a un resfriado caracterizadas por mucosidades amarillas verdosas, dolores reumáticos que empeoran con frío y humedad, tendencia a la melancolía (depresión). Ayuda también a reforzar el tratamiento clínico de la diabetes y disipelas.
SILICEA
La Silicea o dióxido de silicio es el cosmético bioquímico por excelencia, estabiliza la piel, el cabello, las uñas, pies y manos y tejido conjuntivo. Contribuye en su elasticidad y firmeza. Esta sal favorece el aprovechamiento de calcio en los huesos, por lo que junto con las sales Nº 1, Nº 2 y Nº 7 ayuda a prevenir la osteoporosis.
Indicaciones terapéuticas: La supuración de la piel, furúnculos (visitar a un médico), fístulas, enfermedades reumáticas de las articulaciones, artritis, trastornos de los discos vertebrales, osteoporosis, problemas de crecimiento, tendinitis, endurecimiento de las arterias, sudor excesivo, síntomas de envejecimiento prematuro (arrugas faciales), quemaduras, cabello y uñas frágiles, alopecia, crecimiento irregular de las uñas y acné.
CALCIUM SULFURICUM
El Calcium sulfuricum o sulfato de calcio está presente de forma natural en los cartílagos y forma parte de los aminoácidos. Esta sal estimula a las células encargadas de emitir hormonas y enzimas. Influye sobre la formación de tejido conjuntivo, tiene efecto antiinflamatorio sobre la piel y refuerza el crecimiento de células nuevas.
Indicaciones terapéuticas: La supuración de la piel y membranas mucosas, trastornos de crecimiento, problemas reumáticos crónicos, alteraciones en el funcionamiento hepático, inflamación de los nódulos linfáticos por hinchazón (acudir al médico), dolor, enrojecimiento y bronquitis.