Thursday, August 7, 2014

Propiedades del Fucus

 

Es conocida y apreciada sobre todo por sus propiedades anticelulíticas y antiobesidad, observándose ya resultados a los 15 días de comenzar su utilización.

También se la conoce como Sargazo vejigoso por sus vejigas - del tamaño de aceitunas- llenas de aire que le permiten mantenerse a flote en agua.

Debe sus propiedades a varios principios activos como el ácido algínico y otros mucílagos, la fucoidina, la laminarina y diversos carotenoides (factores provitamínicos). También contiene aceite esencial y vitaminas A, B1, C, E y pequeñas cantidades de B12; sales minerales, especialmente de Yodo, Potasio y Bromo; proteínas y lípidos.

Droga: talo (cuerpo del alga).

Propiedades
Absorbente y saciante: es capaz de absorber hasta 6 veces su peso en agua por lo que, al llegar al estómago, aumenta su volumen y produce el efecto saciante.

Retarda la absorción de los azúcares: puede emplearse como coadyuvante en la diabetes tipo II.

Hipolipemiante: disminuye el nivel de lípidos en sangre.

Ligeramente laxante: ejerce esta acción gracias a su contenido en mucílagos (laxante mecánico), al mismo tiempo que protege la mucosa intestinal.

Digestivo: absorbe parte del jugo gástrico disminuyendo así la acidez de estómago.

Nutritivo: es remineralizante por su contenido en sales minerales, poseyendo vitaminas y otros nutrientes que lo hacen muy valioso en las curas de adelgazamiento.

Estimulante de la glándula tiroidea: por su elevado contenido en yodo, imprescindible para que -junto con el aminoácido Tirosina- la glándula tiroides fabrique la hormona Tiroxina encargada de activar el metabolismo al favorecer impulsar la combustión de los nutrientes.

Emoliente: en uso externo, aplicado en forma de compresas de su decocción o en cataplasma del alga fresca, tiene efecto antiinflamatorio y emoliente (suavizante) facilitando la reducción del tejido adiposo.

La parte utilizada con fines dietéticos en el fucus es el talo, del que se extraen los diversos nutrientes que le proporcionan al alga sus reconocidas propiedades saludables. Dentro de la gran variedad de componentes que contiene el fucus, destaca el complejo vitamínico (vitaminas A, C, B2, E), ciertos aminoácidos, abundantes sales minerales y oligoelementos (13-23%), entre las que sobresale el yodo, además de cloro, sodio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, cobre, silicio, litio, boro, níquel, zinc y cobalto, entre otros. La algina, una sustancia que tiene capacidad de absorber 100 veces su propio peso en agua, alcanza entre el 18 y el 30% del peso seco del fucus. Además, esta alga es rica en manitol, un hidrato de carbono al que se le atribuyen propiedades laxantes y diuréticas.

La abundancia de sales minerales hace del fucus una planta remineralizante.

Debido a su contenido en yodo se preconizó su uso como estimulante tiroideo en casos de bocio y como coadyuvante en el tratamiento del sobrepeso, sin embargo esta actividad no está suficientemente documentada ni probada la posibilidad de aparición de efectos secundarios. Además, su consumo está contraindicado en caso de que se siga un tratamiento con hormonas tiroideas o con agentes antitiroideos, ansiedad, insomnio, taquicardia, hipertensión arterial y cardiopatías.

Complemento de dietas de adelgazamiento
El uso común de fucus como complemento de las dietas de adelgazamiento se basa principalmente en la actividad de tres de sus componentes. Por su abundancia en yodo, que estimula el metabolismo al actuar sobre la glándula tiroidea, por su riqueza vitamínica, que sirve de suplemento en dietas muy bajas en calorías, y por su contenido en algina, sustancia mucilaginosa que se hincha y proporciona sensación de plenitud y reduce el apetito.

Muchas personas han oído hablar de las propiedades del fucus como complemento a una dieta de adelgazamiento, e incluso muchas farmacias lo expenden con total libertad. No obstante, el uso indiscriminado que hace mucha gente de plantas o algas de las que desconoce realmente los beneficios para la salud y todavía más, los potenciales efectos secundarios, se convierte en un verdadero problema de salud pública.

En este sentido, hay que advertir que las algas, entre ellas el fucus, son una de las fuentes por excelencia de yodo, y que la administración de yodo en grandes cantidades, su uso a largo plazo e incluso la toma de pequeñas dosis en personas con hipersensibilidad puede causar síntomas de hipertiroidismo que generalmente se manifiesta en forma de ansiedad, insomnio, taquicardia y palpitaciones.

Además, dada la variabilidad en cuanto al contenido en yodo que presentan los diversos preparados comerciales, se aconseja adquirir este complemento dietético sólo bajo prescripción de un especialista.

Precauciones: toxicidad
Debido a su contenido en yodo orgánico no debe administrarse a personas que padezcan hipertiroidismo. Por la misma razón, cuando su uso es prolongado o se utiliza en exceso puede dar lugar a una intoxicación subaguda o crónica que se denomina yodismo con síntomas como conjuntivitis, estornudos, diarreas, acné, etc., que desaparecen a los pocos días de abandonar el uso del fucus.

Dado que aporta cloruro sódico debería emplearse con precaución en casos de hipertensión