Monday, April 7, 2014

COMER FRUTA DE NOCHE. ¿Método efectivo de reducción de peso o parte del problema?

 
Aún recuerdo cuando hacía mis pinitos en consulta nutricional, quinto año de universidad  y mi primer paciente, una joven de unos 17 años, más o menos delgada, hacía yoga, meditación  y además era vegetariana! Para mí era todo un reto, pues en casa comíamos carne cada vez que podíamos, mi madre como buena argentina nos daba una dieta básicamente carnívora y en la universidad poco o nada había visto del tema de vegetarianismo. Con mi primer paciente experimenté que comer mucha fruta y mejor aún de noche “no le puede hacer daño a nadie y además te puede ayudar a bajar de peso”.

De eso hace ya 16 años y sin duda he aprendido, desaprendido y vuelto a aprender muchas cosas, es cierto que no hay nada nuevo bajo el sol y finalmente he comprendido que lo que funciona para algunas personas no necesariamente funcionará para otros, que el ser humano no es una computadora y que la “simplista” idea de calcular calorías, en las personas con sobrepeso-obesidad es el  camino directo a la frustración y el fracaso.

ENTONCES, QUÉ ES LO QUE FUNCIONA?

Existen muchas recomendaciones que podría darte, pero la que es casi infalible es que si tu paciente ha fracasado haciendo las clásicas dietas de “come de todo un poco” y “balanceado” (60% hidratos de carbono, 25% grasas y 15% proteínas) le des una oportunidad a trabajar con alimentos que no estimulen la resistencia a la insulina, hablamos de las dietas cetogénicas.

¿EN QUÉ SE BASA ESTA IDEA?

Se basa en el concepto de como modifican nuestro medio interno determinados tipos de alimentos, más allá del conteo de calorías. Aceptar que la activación de determinadas hormonas dificultarán e incluso harán imposible que se baje de peso, por más dedicación y fuerza de voluntad que se ponga.  Además, insisto, tener en cuenta que no todos reaccionamos de la misma manera ante determinados macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y/o proteínas).

¿CÓMO FUNCIONA ESTO EN EL CASO DE LA FRUTA EN LA NOCHE?

El caso de la fruta, ésta contiene fructosa, glucosa,  sacarosa (más fructosa y sacarosa) y almidón. Lo interesante es que la fructosa, a diferencia de la glucosa que puede ser metabolizada por prácticamente cada célula de nuestro organismo, solo puede ser manejada por el hígado. Por lo tanto, luego de comer fruta, la fructuosa proveniente de ella,  será transporta directamente al hígado.

ENTONCES QUE SUCEDE EN UNA PERSONA CON SOBREPESO-OBESIDAD

Normalmente estás personas no estarán en ayunas desde varias horas  antes de cenar y de estarlo o no, al momento de cenar fruta comerán una importante cantidad y variedad de frutas, de manera especial las más dulces (no quiero ni pensar que pasaría si además le agregaran yogurt, cereal y/o miel…). Entonces,  el hígado intentará almacenarla como glucógeno hepático, pero como su capacidad de almacenarla es muy pequeña, los depósitos estarán llenos o rápidamente se llenarán.

LA FRUTA NOCTURNA Y NUESTRO PACIENTE CON SOBREPESO-OBESIDAD

Entonces, lo qué ocurre cuando el glucógeno está completamente lleno en el hígado y además tenemos suficiente glucosa en sangre, es que este exceso de hidratos de carbono se convierte en una forma de grasa saturada de cadena corta llamada Ácido Palmítico (AP), el cual se une a una molécula de glicerol y se empaqueta con proteínas y colesterol; el resultado es una molécula rica en AP llamada VLDL (lipoproteína de muy baja densidad). El problema empieza a complicarse aquí, pues el AP reduce la sensibilidad a la leptina. De esta manera el cerebro va perdiendo la sensibilidad a esta importante hormona que es una señal de saciedad, que se activa cuando la comida aún está en el estómago. En conclusión, tendrás hambre aún después de haber comido suficiente.

¿CUÁN MALO PUEDE SER ESTO?

El problema que al comer más hidratos de carbono necesitaremos más insulina para metabolizarlo y con el tiempo, poco a poco se presentará la Resistencia muscular a la insulina (RI), lo que origina que los músculos tengan hambre a pesar de haber más que suficiente glucosa en sangre, esto va de la mano con la RI hepática, que ocasiona que el hígado siga produciendo hidratos de carbono y los mande a sangre, que al tener ya suficiente glucosa, ocasionará nuevas hiperglicemias, seguidas de hiperisulinemias. El siguiente paso es que el hígado empieza a formar triglicéridos (TG) a partir de 3 AP y un glicerol y acumula grasa, llevándonos en cierto tiempo a una esteatosis hepática no alcohólica por el consumo de la “sana” fructosa.

Si estás haciendo dieta y comiendo fruta de noche, y no bajas de peso, no me sorprendería que esta sea la causa.

Raúl Manrique Maidana