Monday, October 3, 2011

Dieta contra el cáncer



Efectos de una alimentación inadecuada.
 Cada vez son más numerosas las evidencias de que una alimentación inadecuada (teniendo en cuenta el consumo de alcohol), junto con la inactividad física y la obesidad, constituyen factores fundamentales en el desarrollo de un número importante de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y el cáncer entre otras. Disminuyen el riesgo
Fibras vegetales: tienen un efecto protector sobre el cáncer de colon, ya que permiten una mayor velocidad de tránsito intestinal y aumentan el volumen fecal, impidiendo la absorción de sustancias carcinógenas.
Hay que consumir 10 g de fibra cada 1.000 Kcal.
Frutas y vegetales (sobre todo coliflor y col de bruselas): gracias a su acción antioxidante, protegen contra el cáncer de pulmón, mama, colon, próstata, bufeta, cavidad oral, estómago y cervix.
Vitamina A y betacarotenos: protege contra el cáncer de pulmón, laringe, vejiga, boca, cérvix y próstata.
Vitamina C: su efecto antioxidante reduce el riesgo de cáncer de cérvix, boca, esófago, estómago y laringe.
Selenio y vitamina E (actúan juntos): por sus propiedades antioxidantes, disminuye el riesgo de cáncer de pulmón y estómago en hombres.


10 reglas para prevenir
1. La grasa no debe sobrepasar del 30 por ciento de las calorías totales de la dieta diaria; el 10 por ciento como máximo debe proceder de grasas saturadas (de procedencia animal), el 8 por ciento de poliinsaturadas (aceites vegetales:oliva, girasol, maíz) y el resto monoinsaturadas.
2. Hay que consumir una gran variedad de vegetales, leguminosas, tubérculos, frutas cítricas y cereales y granos integrales.
3. Mantener un peso equilibrado, ajustando el consumo de calorías con el gasto energético.
4. Evitar los alimentos muy condimentados, reduciendo el consumo de sal y de productos conservados en sal.
5. Reducir el consumo de alimentos ahumados, muy tostados o curados (bacon, embutidos).
6. Limitar o eliminar el consumo de alcohol y de tabaco.
7. Evitar comidas o bebidas muy calientes.
8. Seguir un ritmo de alimentación regular.
9. Mantener una buena higiene bucal
10.Reducir los fritos y no cocinar a más de 200-300ºC.

Las vitaminas más protectoras

. Vitamina A o retinol:
Propiedades: controla la diferenciación celular y favorece la respuesta inmunológica.
Fuentes naturales: leche y derivados, yema de huevo, carne e hígado de pescado. Los beta-carotenos, esos pigmentos que dan color a las plantas, actúan como precursores de la vitamina A y sus principales fuentes dietéticas son las zanahorias, lechuga, tomates y todas las verduras de color intenso y las frutas de color amarillo-
Mineral complementario: el zinc. La escasez de este mineral en el organismo puede provocar una movilización defectuosa del retinol desde sus dépositos hepáticos. Las mejores fuentes naturales de zinc son: carne, chuletas de cordero, solomillo de cerdo, germen de trigo, levadura de cerveza, semillas de calabaza y huevos.
Enemigos: el alcohol, la aspirina, los barbitúricos, los laxantes y los ácidos grasos poliinsaturados, hacen que el organismo agote más rápidamente esta vitamina.

. Vitamina C o ácido ascóbico:
Propiedades: actúa como un potente agente reductor o antioxidante, bloqueando la formación de nitrosaminas y nitrosamidas -compuestos con capacidad carcinogénica-. También ayuda a conservar las reservas de las vitaminas A y E.
Fuentes naturales: frutas cítricas (limón, naranja, mandarina, pomelo), kiwi, vegetales de hoja verde, tomates, coliflor, pimiento rojo y perejil.
Minerales complementarios: para aumentar su eficacia la vitamina C necesita del calcio (leche y derivados, frutos secos vegetales verdes) y del magnesio (higos, limones, pomelos, almendras, vegetales verdes, manzanas)
Enemigos: el agua, la cocción, el calor, la luz, el oxígeno y el fumar hacen que se pierda o disminuya esta vitamina, así como algunos fármacos como anticonceptivos orales, antihistamínicos, barbitúricos y algunos expectorantes.

.Vitamina E o tocoferol: retrasa el envejecimiento celular, impide la oxidación de los componentes grasos, de la vitamina A, del selenio y de los aminoácidos sulfurados. Protege los pulmones contra la contaminación y potencia la acción de la vitamina A.
Fuentes naturales: aceites vegetales (oliva, girasol, germen de trigo), soja, brécol, coles de Bruselas. cereales integrales, huevos.
Mineral complementario: el selenio aumenta la potencia de la vitamina E, y ayuda a neutralizar algunos agentes carcinogénicos. Hay selenio en el germen de trigo, salvado de trigo, cebollas, tomates y brécol
Enemigos: el calor (de ahí que los aceites extraídos a elevadas temperaturas pierdan parte de esta vitamina), el oxígeno, las temperaturas bajo cero, el procesamiento de los alimentos, el hierro inorgánico (sulfato ferroso), el cloro y las grasas poliinsaturadas. Los anticonceptivos orales, y algunos laxantes, también disminuyen las tasas de esta vitamina.
 

Hábitos peligrosos
. Comer muy deprisa, ya que no favorece ni la buena asimilación de los alimentos ni la digestión.
. Comer demasiado por la noche, ya que la comida tiene que permanecer mucho tiempo en el estómago y se favorece la obesidad.
. Fumar durante y después de las comidas. Si no se puede dejar el vicio, por lo menos hay que alejarlo de las comidas, ya que el tabaco destruye la vitamina C.
. Abusar de los fritos y freír los alimentos a más de 180º, ya que a más temperatura se descomponen los aceites y producen sustancias tóxicas y cancerígenas.
. Tostar demasiado las carnes.
. Hacer dietas monótonas, es decir comer siempre lo mismo.
. Comer demasiados hidratos de carbono simples (azúcar, pan blanco, arroz blanco, pastas refinadas, bollería, pastelería) ya que producen fermentaciones y favorecen la obesidad.
. Consumir muchos alimentos ricos en grasa animal como embutidos, mantequilla, mantecas y carnes grasas, ya que conducen a la formación de esteroides fecales cancerígenos.

Aumentan el riesgo de contraer cancer*
Exceso de grasas (saturadas y de origen animal): está asociado con los cánceres de mama, colon, próstata, recto y endometrio.
Exceso de calorías y obesidad: hay más riesgo de sufrir cáncer de mama, colon, próstata, endometrio, riñón, cervix y tiroides.
Alcohol: su abuso está relacionado con el cáncer de pulmón, mama, recto y cavidad oral. El alcohol que contiene la cerveza está relacionado con el cáncer de recto.
Alimentos salados, ahumados y adobados: mayor incidencia en el cáncer de estómago y esófago.

Dieta contra el cáncer basada en el tipo de sangre del paciente

El Dr. Gerónimo Rubio de RubioCancerCenter.com habla sobre cómo el tipo de sangre del paciente determina el tipo de dieta que deben seguir. en este vídeo